A golpe de mar, pecho sereno.‒ Ante las adversidades a las que nos debemos enfrentar hay que tener serenidad, de forma que seamos capaces de superarlos.

 A la mar madera y a la tierra huesos.‒ Cada cosa en su lugar.

 A marea vacía, golpe a la lapa.‒ Solo se pueden coger lapas cuando no hay marea, pues las rocas en las que habitan quedan al descubierto y es posible acceder a ellas.

Al fondo vaigas y pescado traigas.- Cuando hay mucho peje pequeño en superficie (p.ej. bogas o caballas) que no deja comer a otros más interesantes, es oportuno probar suerte a más profundidad.

 Arco iris en la mar, coge la yunta y ponte a sembrar.‒ Fenómeno atmosférico que augura lluvia, por lo que el agricultor debe aprovechar para sembrar.

 Arco iris en la mar, coge tu arado y vete a labrar.‒ Fenómeno atmosférico que augura lluvia, por lo que el agricultor debe aprovechar para sembrar.

 Ave de mar que en tierra busca la madriguera, tempestad ve venir y de mala manera.‒ Muchas aves marinas barruntan las tormentas violentas (bajada brusca de la presión atmosférica) y buscan resguardo en tierra.

 A barco nuevo, capitán viejo.‒ Cuando se realiza algún tipo de emprendimiento es mejor dejarlo en manos de gente que ya tiene experiencia.

 Barco en varadero no gana dinero.‒ Para obtener algún provecho hay que arriesgar. Si se tiene el instrumental, la capacidad... necesarios, no debe desaprovecharse la oportunidad de sacarles partido.

 Cada palo que aguante su vela.‒ Que cada uno se resigne con su suerte, conlleve los trabajos o molestias inherentes a su estado o profesión, o sea responsable de sus actos.

 Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.‒ No hay que ser perezoso ni dejado en las obligaciones, sino mantenerse alerta y ser diligente para que todo funcione perfectamente. Es evidente que el que no sabe estar pendiente de sus asuntos puede ver cómo estos se echan a perder.

 Cuando al marinero le dan de beber, o está jodido o lo van a joder.‒ Expresión que se empleaba antaño para referirse al momento antes de que los marinos entraran en batalla. Los oficiales que los llevaban a una posible muerte les daban de beber un chupito de la peor bebida alcohólica destilada para que soportaran mejor el trance de la muerte, o para que cuando comenzara la batalla tuvieran valentía y arroje.

 Cuando el cielo está rojo, marinero abre el ojo.‒ El cielo rojo del crepúsculo presagia cambio en el estado de la mar.

 Cumbre clara y mar oscura, agua segura.‒ La isla de Gran Canaria posee una gran Cumbre central, que define dos mitades diferenciadas en clima y paisaje (Norte y Sur), conteniendo a su vez infinidad de microclimas. Cuando los vientos "alisios" vienen del Nordeste, se tropiezan con la Cumbre y se forma la llamada "panza de burro" en el Nordeste de la isla, ocultando por completo la Cumbre. Cuando el viento viene del Suroeste, trae consigo borrascas atlánticas con copiosas lluvias. Según se aproxima, la Cumbre se va despejando, pero se oscurece el mar en la costa norte reflejando las nubes cargadas de agua por el mal tiempo.

 De la carta al timón, al revés la corrección.‒ Esta expresión hace referencia a una fórmula para resolver problemas de navegación y hace las veces de recordatorio para retener en la mente una regla de conversión [(Ra = Rv ‒ Ct;   Ct = (±dm) + (±triángulo)].

 De la mar el mero y de la tierra el cordero.‒ Expresión que resalta las virtudes culinarias de ambos productos, como lo mejor de su entorno.

 Delfines que mucho saltan, viento traen y calma espantan.‒ Va a venir viento. Los vientos huyen del mal tiempo, que lo llevan detrás.

 Después de la tempestad viene la calma.‒ Invitación a ser optimistas cuando las circunstancias son adversas, pues pueden variar rápidamente y pasar a una situación favorable en poco tiempo.

 Después de perdido el barco, todos pilotos.‒ Es muy fácil predecir algo cuando ya ha sucedido/ Cuando una cosa ha salido mal, todo el mundo sabe dar buenos consejos.

 Donde manda capitán no manda marinero.‒ Siempre que haya una persona superior en jerarquía, los subordinados no mandan.

Dos hacen una, y ocho un caldo.-No hay que despreciar lo pequeño si lo hay en cantidad. Cuando se captura un pez demasiado pequeño y se comenta su poco valor, se responde advirtiendo que dos como ese valen por uno parejo, y que con ocho ya se puede preparar un caldo como alimento.

 

 El aire del mar consuela, pero el de la sierra hiela.‒ Pendiente.

 El capitán verdadero, embarca el primero y desembarca el postrero.‒ Pendiente.

 El mandar no admite par.‒ Es mejor que la responsabilidad y el liderazgo recaigan en una sola persona que no en dos, pues esto conllevaría problemas, discusiones y malentendidos.

 El pescador de caña, más come que gana.‒ Censura la afición o el oficio de la pesca con caña porque a duras penas se puede sobrevivir con ella, apenas se consiguen beneficios tras largas horas de intentarlo. Recrimina al holgazán que busca actividades de poco trabajo y escasa utilidad.

 El que ha naufragado teme al mar aún calmado.‒ Quien conoce a alguien o alguna situación mala o peligrosa, le teme aunque por momentos parezca que es bueno/a.

 El que no sabe de mareas, siempre va a la mar cuando está llena.‒ Expresa lo inoportuno que puede resultar una acción, o lo que uno se pierde, fruto de la ignorancia.

 El que quiera lapas, que se moje el culo.‒ Para conseguir lo que uno desea debe esforzarse y asumir las consecuencias.

 El que se pierde en agua pequeña se ahoga en la grande.‒ Quien no sabe desenvolverse y encontrar la solución cuando se le presentan problemas insignificantes o mínimos, menos lo hará cuando sean de más enjundia, fracasando sin remedio.

 El sueño del piloto, si cierra un ojo abre el otro..‒ Cuando se está al frente de algo, hay que mantenerse en vilo, por si acaso empeora la situación de improviso.

 El tiempo y la marea ni se paran ni esperan.‒ Tanto el paso de las horas, como la marea pasan incesantemente y sin clemencia, por lo que un marinero en el mar, tiene que estar precavido cuando la marea está violenta, pues no perdona a nada ni nadie.

 En abril hambre a partir.‒ Cuando empieza la temporada de pesca de vieja, en abril, se vuelve a tener comida y se acaban los tiempos de hambruna.

 En buen tiempo, no faltan pilotos.‒ Cuando las condiciones son favorables, todo el mundo se muestra diligente para dirigir y erigirse como líder, lo que no sucede al contrario.

 En calma de mar no creas, por sereno que lo veas.‒ El mar es traicionero, no debe uno confiar en su aparente estado de calma, pues puede volverse tormentoso de improviso. Por extensión, hay que desconfiar de aquellas personas o situaciones que normalmente son tumultuosas y que ocasionalmente se hallan calmadas, pues pueden cambiar rápidamente con perjuicio de los que se encuentran cerca.

 En diciembre, enero y febrero el barco al varadero.‒ Esos meses son los más crudos del invierno, por lo que las embarcaciones no deben dejarse fondeadas en la costa, sino llevadas al varadero, donde se resguardan. .

 En enero y febrero el que coge una vieja es un caballero.‒ Normalmente no se pescan viejas en esos meses porque no es temporada, sino a partir de abril, por lo que quien logre pescar una cuando no es temporada merece la mención de caballero.

 En marzo y abril, va la vieja al veril.‒ En esos meses es cuando la vieja va a desovar a la costa.

 Esa mar que viene en popa es de viento que la bota.‒ Cuando se navega con la corriente, el viento puede levantar olas que atancan por detrás.

 Gaivota á terra, mariñeiro á merda.‒ Si las gaviotas se alejan del mar y se refugian en tierra la lluvia no se hará esperar.

 Hacer de un pelo calabrote.‒ Acrecentar la complicación de algo muy sencillo.

 Hacer de un pelo calabrote.‒ Complicar una situación aparentemente sencilla.

 Ir a la guerra, navegar y casar, no se ha de aconsejar.‒ Acudir a la guerra (donde se puede morir fácilmente); navegar (que implica riesgo por lo inestable del mar); y casarse (que significa aguantar a una mujer que cela al marido incansablemente), no son recomendables para ninguna persona.

 Las lapas y la asadura, entre más fuego, más duras.‒ Si cocinamos más tiempo de la cuenta las lapas, al igual que la asadura (conjunto de entrañas de un animal), se irán poniendo más duras en vez de ablandarse/// Pronunciado a menudo como "Entri más"..

 Lo que sea de la mar, todo es azar.‒ El mar y su estado es imprevisible, puedo mostrarse apacible y al momento siguiente tormentosos y bravío. Todo depende de la suerte.

 Luna cambá, marinero a la esbandá.‒ El tiempo va a estar bueno.

 Luna derecha, marinero alerta.‒ Va a haber mal tiempo.

 La mar para los peces, y para los ingleses .‒ Bañarse en el mar no es cosa de gente normal,

 Marinero que se duerme se lo lleva la corriente.‒ Plantea la necesidad de estar pendiente de la faena que uno se trae entre manos, so pena de que las circunstancias actúen y nos alejen de lo que se pretende.

 Más vale fortuna en tierra, que bonanza en la mar.‒ Pendiente.

 Navegar contra el viento es perder el tiempo.‒ Por mucho que nos esforcemos, a veces es inútil luchar contra las circunstancias ya que hay cosas que no podemos cambiar, con lo que cierta forma de conformismo puede ser adecuada para no tener que tropezar contra lo imposible. Este refrán proviene de la navegación a vela y de los barcos que eran incapaces de vencer la fuerza de la naturaleza. Aunque esto no es del todo cierto pues, como todo aficionado a la mar sabe, cualquier barco de vela puede navegar contra el viento si tiene buen patrón (se puede avanzar en la dirección en la que viene el viento en zig‒zag, no directamente contra él).

 Navigare necesse est, vivere non est necesse.‒ Atribuida a Pompeyo por Plutarco, dice que dijo esta frase cuando sus marineros se negaban a embarcar. A partir de ahí, otros la han utilizado con distintos sentidos. Nos servimos de esa frase cuando queremos señalar que importa más el ideal que las necesidades básicas, cuando hemos de sobreponernos a las dificultades inmediatas por un objetivo superior. .

 Ni en agosto caminar, ni en diciembre navegar.‒ En los meses de verano, y en especial en agosto, predominan las altas temperaturas y es mejor no hacer ejercicio físico al aire libre, al igual que en los meses de invierno, como en dicimebre, tampoco es aconsejable navegar por el mal estado climatológico que afecta al mar.

 No existe hombre de mar que no se pueda ahogar.‒ Por muy experimentado que sea un individuo en saber cómo desenvolverse en alta mar, también tiene posibilidades de ahogarse.

 No salgas de puerto si las nubes no corren con el viento.‒ Cuando las nubes están quitas significa que no sopla nada de viento y, antes, cuando sobre todo había barcos de vela, no era aconsejable salir sin que hubiera viento, pues la embarcación no podría avanzar en alta mar.

 A Norte joven y a Sur viejo, no les fíes el pellejo.‒ Indica la mala fama que en el Mediodía de España tienen los vientos N. y S., a los que el refrán llama respectivamente joven y viejo.

 A peje muerto no vaya nadie al puerto.‒ Respuesta a alguien que comenta que ha cogido mucho pescado en un lugar.

 Por debajo de la arena, corre el agua y va serena.‒ Pendiente.

 Qué importa que la mar vacíe, si los pulpos están en el caldero.‒ No debe preocupar el estado de la mar si la comida ya está asegurada.

 Quien ande por la mar, aprende a rezar.‒ Es tan imprevisible y traicionera la mar, que a veces solo queda encomendarse a Dios para salvarse de un percance en alta mar.

 Quien siembra vientos, recoge tempestades.‒ Cada uno de nosotros somos los únicos responsables de nuestra conducta (negativa) y de nuestros actos (también susceptibles de ser errados).

 Si el mar fuera vino, todo el mundo sería marino.‒ Alude al gusto que sienten los hombres por beber vino. Si las aguas fueran vino, todo el mundo trabajaría en el mar para poder estar cerca de esa bebibda alcohólica todo el tiempo.

 Si la mar azul te agrada, a mí ni la mar ni nada.‒ Pendiente.

 Socorro tardío, socorro baldío.‒ La ayuda a destiempo no sirve para nada.

 Usted que entiende de la mar, ¿esto es un pulpo o un calamar?.‒ Pendiente.

 Vale más una vieja que un pejeverde.‒ Más vale algo útil (la vieja se come), que algo bonito (el pejeverde es muy colorido).

 Viene la vieja al pesquero a morir en el anzuelo.‒ Reconocimiento del fatalismo de la vida.

 Viento en popa es medio puerto.‒ Dicen que este es el viento por excelencia para navegar a toda vela y la mejor garantía de feliz arribo. De ahí la expresión «viento en popa», como sinónimo de marcha próspera.

 Viento y ventura poco dura.‒ Expresión del fatalismo en la que se comparan las buenas rachas en la vida con las rachas de viento en la mar que favorecen el avance del velero. .

  

 

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